Sunday, October 01, 2006

Antígona XII

No supongamos tanta dureza en el corazón del rey.
Seguramente ha vencido mil dudas antes de sancionar a la joven
que hizo promesa de amor con su hijo
y es tan cercana de su sangre.

Ay Antígona, que hermosa y altiva presa eres. La escolta de
guardias
no perturba tu caminar lento
y regio.

Vas mirando sin ansia
rostros en las ventanas, árboles, veredas, un brillo de sol en una aldaba, y mil cosas que para ti son últimas.

No te llevan a cadalso, al final que viene raudo como viaje de flecha o vuelo de hacha, no:
Creonte te ha señalado muerte para la memoria de todos,
muerte
que se vocee así:
si tamaño castigo da a pariente, que pueden esperar otros
enemigos?
Vas, Antígona, a muerte mas larga y perversa.

Entre el roquerio de la montaña
hay profundas y caprichosas cuevas. En una de ellas serás lanzada
y castamente tapiada.
Cárcel te será
mientras te duren las interminables horas de hambre y sed y
oscuridad
y luego secreta e inmensa tumba, porque no solo te albergará la cueva
sino toda la montaña.

Leer el texto completo

0 Comentarios:

Post a Comment

<< Home